Prevención y diagnóstico precoz, las dos claves del éxito.

Prevención y diagnóstico precoz, las dos claves del éxito.

Las estadísticas revelan que 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama en el transcurso de su vida. Es el cáncer más frecuente en la mujer.
En relación con su causa, no se le atribuye un único factor, por lo general; es una suma de factores lo que lo desencadena. Podemos mencionar los factores genéticos. Talvez, uno de los mayores eventos al respecto fue el descubrimiento de genes que, mutados, están altamente relacionados al cáncer de mama familiar, y aunque todavía no se puede actuar para modificarlos es probable que pronto haya un tratamiento para esta población.
Los antecedentes familiares de cáncer de mama en madre o hermana duplican el riesgo; cuando existen las dos situaciones lo aumentan 6 veces. Por lo tanto, estas personas deben comenzar con la detección precozmente. Se sugiere empezar con los controles mamográficos 10 años antes de la edad en la que se detectó el cáncer en el familiar.

También podríamos mencionar los factores de riesgo hormonales como la nuliparidad (no haber tenido embarazos), el primer embarazo tardío, la primera menstruación temprana o menopausia tardía y la terapia de remplazo hormonal por más de 5 años; y aunque algunos de estos factores no pueden modificarse, permiten detectar los grupos de mayor riesgo.
Hay diversos factores que también influyen, como la raza, el estrés, la alimentación y el consumo de tabaco y alcohol. La obesidad también aumenta el riesgo y el ejercicio regular lo disminuye.
De esta manera, con cambios en la dieta, en el estilo de vida y detectando los grupos de riesgo para iniciar los controles precozmente, se puede realizar una excelente prevención.
No obstante, la herramienta más efectiva para reducir la mortalidad por cáncer de mama es la detección temprana a través de su búsqueda en la población sana, ya que los síntomas suelen manifestarse tardíamente.

métodos de detección

Existen básicamente cuatro métodos de detección: el autoexamen; el examen clínico realizado por el especialista; la ecografía mamaria, que es el método de elección antes de los 35 años; y a partir de allí como complemento del método más importante, la mamografía que detecta el 95% de los cánceres. Esta última se realiza anualmente a partir de los 35 años si hay factores de riesgo familiares, y luego de los 40 años en el resto de la población.
Si el diagnóstico del cáncer es precoz, se realiza el tratamiento quirúrgico conservando la mama, extirpando el nódulo con un margen de tejido sano, no sólo con excelentes resultados terapéuticos, sino también con una óptima calidad de vida.
Por eso, el éxito dependerá básicamente de una buena prevención y del diagnóstico temprano. Dos herramientas posibles de utilizar.

Doctora Magaly Pereyra, Ginecóloga del Sanatorio Adventista del Plata, Argentina.