La Asociación Ministerial es “una asociación de pastores que se propone profundizar la vida espiritual, desarrollar intelectualmente y aumentar la eficacia evangelizadora de los ministros adventistas. Su obra es tanto pastorear a los pastores y sus familias, así como cuidar a los ancianos, diáconos y diaconisas a fin de edificar, capacitar y proveer materiales para el cumplimiento de sus respectivos ministerios” (REA, p. 468).
La Asociación Ministerial de la División Sudamericana existe para servir a la Iglesia, ministrando y discipulando a los pastores y sus familias en todos los
niveles de la organización (administradores, directores de departamento y secretarios ministeriales), ancianos y diáconos, para servir con eficacia en la edificación de la Iglesia y el cumplimiento de la misión.
Crecimiento espiritual
Practicar y promover el discipulado ministerial, brindando tutoría integral a pastores y fomentando la comunión con Dios y las relaciones profundas con los colegas.
Inspirar y capacitar a los pastores para que experimenten el reavivamiento espiritual y que lleven tanto a sus familias como a la iglesia a la misma experiencia.
Desarrollo personal y profesional
Alentar el crecimiento positivo en la vida personal de los pastores y sus familias. Promover el uso equilibrado del tiempo para que los pastores puedan crecer integralmente.
Promover el crecimiento profesional de los pastores en el estudio y práctica del ministerio, en armonía con la IASD.
Realzar la imagen del ministerio pastoral adventista para atraer personas calificadas y proyectar un ministerio cada vez más fuerte.
Proclamación y crecimiento de la iglesia
Motivar, equipar y proporcionar recursos a los pastores para proclamar la Palabra de Dios a la iglesia y al mundo, presentando a Jesús como Salvador y Señor a todas las personas. Apoyar a los pastores para que puedan nutrir sus congregaciones y abrazar el sacerdocio de todos los creyentes, involucrando a cada miembro en la misión, para que las iglesias puedan ser centros de cuidado amoroso y evangelismo dinámico.
1. Fortalecer la convicción del llamado y la identidad del ministerio pastoral adventista en la DSA.
2. Apoyar y promover el desarrollo integral de los pastores, ancianos y diáconos de la iglesia.
3. Proveer materiales y recursos para apoyar el fortalecimiento de los ministros adventistas.
4. Brindar apoyo y asesoría oportuna a la administración de la DSA para asuntos ministeriales y misioneros.
5. Obtener y gestionar informaciones relevantes sobre el ministerio pastoral en la DSA que permitan establecer lineamientos adecuados de trabajo.
6. Asesorar y dar apoyo a la Asociación Ministerial de cada unión en el territorio de la DSA.
La Asociación Ministerial fue formada en la Asociación General el 26 de mayo de 1922, atendiendo a una carta que buscaba reunir información relativa al trabajo y a los problemas de los ministros, para formar un medio de compartir esa información y para estimular a hombres y jóvenes que en alguna ocasión fueron capacitados para el ministerio. Se organizó como una asociación, en vez de un departamento, porque sirve a los ministros en todos los niveles de la organización de la Iglesia.
A. G. Daniells, que había sido presidente de la Asociación General durante 21 años, fue elegido el primer secretario ministerial. La recién creada Asociación
Ministerial dio prioridad a la fe personal del ministro de Cristo. Daniells comenzó el trabajo de la Asociación Ministerial viajando extensivamente por las
regiones de los Estados Unidos de América entre 1923 y 1925. Por encontrarse trabajando en Nueva Zelandia, Daniells no estuvo presente en el Congreso de
1888 de la Asociación General en Minneapolis, donde se enfatizó la justificación por la fe. Mientras estudiaba el asunto, se encontró con un escrito de Elena de White, poco antes del congreso de 1888. El artículo comenzaba así: “Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo” (The Review and Herald, 22 de marzo de 1887, citada en el libro Servicio cristiano, p. 53).
El mismo artículo, más adelante, hacía una pregunta perspicaz: “¿Usted impedirá la entrada de nuestro bendecido Salvador porque no está preparado para su
presencia?” Daniells sustentó que no permitiría que esto sucediera en su propia vida. Estudiando los temas de 1888 de manera exhaustiva e incesante,
gradualmente sintió que estaba acercándose más que nunca de su Señor. La justificación por la fe se volvió para él una realidad gloriosa y una experiencia personal con Jesucristo.
En 1926, había preparado una compilación de los escritos de Elena de White titulada “Cristo, nuestra justicia”, el primer libro de la Asociación Ministerial, que se volvió el libro de texto para institutos organizados en todo el mundo. El reavivamiento siguió el rastro de esas reuniones. L. E. Froom, Meade MacGuide,
Taylor Bunch y Carlyle B. Haynes entendieron el espíritu de reavivamiento de Daniells, aceptaron su énfasis sobre la justificación por la fe y multiplicaron ese énfasis en sus propios ministerios.
Hablando de una relación íntima con Jesús, Daniells escribió a L. E. Froom en 1927: “Durante cuarenta largos años, el Señor estuvo intentando llevarnos a aquella experiencia del pentecostés, a fin de prepararnos para la eficiencia en la evangelización, pero hemos caído de una trampa a otra; de esta manera
invalidamos el propósito del Señor. La obsesión en el institucionalismo, en la administración, en el área financiera y en el área misionera extranjera, una tras otra nos ha cegado de tal manera que nunca llegamos al bautismo del Espíritu, que es el tema más importante de todos”.
En 1922, Daniells fue invitado a continuar las tareas administrativas por medio tiempo, como secretario de campo para la Asociación General, junto con una
nueva misión como secretario de la Asociación Ministerial. En 1926, renunció al cargo administrativo porque la Asociación Ministerial necesitó de sus servicios a tiempo completo. En el mismo año, L. E. Froom y Meade MacGuire se unieron a él como secretarios asociados.
En 1927, había un secretario ministerial en cada División. Desde el comienzo, los siguientes pastores lideraron la Asociación Ministerial de la Asociación
General:
Los institutos pastorales tuvieron sus limitaciones. Incluso con tres hombres de la Asociación Ministerial y otros reclutados para dar seminarios, el campo mundial no podría ser cubierto adecuadamente. Se consideró necesario un método de comunicación escrita.
Primero, se distribuían boletines mimeografiados, que muchas veces incluían mensajes de las instituciones. Los obreros pedían consejos prácticos y métodos exitosos para sus áreas de especialidad. Las listas de suscripciones separadas y boletines eran preparados por pastores, evangelistas, cantantes evangelistas, instructores bíblicos, capellanes y demás. Pero esto no funcionó bien, especialmente cuando los ministros de la mayoría de las áreas ingresaban lo que estaba siendo compartido en cada boletín.
En enero de 1928, la Asociación Ministerial comenzó a publicar mensualmente la revista Ministerio, con el objetivo declarado de profundizar la vida espiritual, desarrollar la fuerza intelectual y aumentar la eficiencia para ganar almas de los pastores adventistas. Desde aquella época, otros libros, publicaciones, cursos y revistas continúan la tradición de ofrecer excelencia en recursos para los pastores.
El Congreso de la Asociación General de 1941 recomendó que uno del equipo de la Asociación Ministerial sea “un evangelista exitoso y con experiencia” y que otro sea “un obrero bíblico calificado y con experiencia”. Para responder a esas necesidades, R. Allan Anderson y Louise C. Kleuser fueron llamados para
integrar el equipo ministerial.
En los siguientes años, el trabajo de la Asociación Ministerial se expandió para incluir la coordinación de la denominación en el nivel de programas de
evangelización, tales como: Mission 72 [Misión 72], Thousand Days of Reaping [Mil días de cosecha] y Harvest 90 [Cosecha 90]. Los recursos, además de libros, revistas, diapositivas, videos, apuntes para los participantes de seminarios y recursos automatizados, expandieron la educación continua a los ministros, con base en el desarrollo de las habilidades pastorales.
Los programas de educación ministerial y teológica recibieron sugerencias del Departamento de Educación y de la Asociación Ministerial de la Asociación
General. Se promovió la implementación de exigencias educacionales mínimas para el ministerio, las prácticas basadas en el campo, la tutoría de pastores
jóvenes y la evaluación de la efectividad. Se incluyeron otras áreas al papel de la Asociación Ministerial, que comprendían: alcanzar al clero de otras denominaciones, nutrir y motivar a las esposas de pastor como colegas efectivas en el ministerio en equipo, y capacitar a los ancianos laicos, los que proveen un ministerio de primer contacto para los miembros de la Iglesia Adventista local en muchos países.
En el cumplimiento de esos objetivos generales, la Asociación Ministerial se concentra en cuatro grupos distintos de individuos:
· Pastores adventistas del séptimo día y sus familias;
· Ancianato de las iglesias adventistas locales;
· Diaconado de las iglesias locales;
· Pastores de otras denominaciones.
Las áreas específicas de énfasis incluyen:
· Estimular las relaciones entre colegas, la educación y el apoyo a los pastores;
· Promover y colaborar en el desarrollo integral del ministerio;
· Enfatizar la educación de las esposas y de la familia pastoral;
· Priorizar el evangelismo y el crecimiento de la iglesia;
· Desarrollar la educación continua en el campo;
· Apoyar la capacitación del ancianato y diaconado de las iglesias locales;
· Publicar las revistas Ministerio, AFAM y Revista del Ancianato;
· Producir otros recursos que mejoren el conocimiento y el desarrollo ministerial;
· Expandir el compañerismo interdenominacional con ministros de otras denominaciones.