Día 76 – Lunes 8 de junio de 2015

“¿Lucharemos con Dios en oración? ¿Recibiremos el bautismo del Espíritu Santo? Esto es lo que necesitamos y podemos tener en este tiempo. [...] Si caminamos humildemente con Dios, él caminará con nosotros” (La oración, p. 88).

ENFOQUE DE LA ORACIÓN

1. Orar para que estemos espiritualmente preparados para el derramamiento del Espíritu Santo en el Congreso de la AG en San Antonio. Oímos que el Cielo está esperando para derramar una bendición, pero la mayoría no está preparada para recibirla.

2. Orar para que el espíritu de unidad en Cristo se vea entre los delegados y para que la oración de Cristo: “Para que seamos uno” se concrete y el Espíritu Santo pueda ser derramado. (Debemos ser como los discípulos en el Pentecostés, de un mismo parecer).

3. Orar por un espíritu amable entre nosotros durante el Congreso y que las personas que vayan y vean pregunten: “¿Qué tiene este grupo que es tan especial? ¡Algo especial está sucediendo aquí!

4. Orar por las familias e hijos de los delegados que asistirán al Congreso a fin de que también experimenten una bendición especial del Espíritu Santo y renovación espiritual durante ese período.

5. Orar por las bendiciones de Dios sobre las reuniones de las mujeres y sobre los seminarios de oración que se realizarán en el centro de convenciones.

6. Orar para que los ángeles guarden las puertas y los pasillos a fin de que no haya accidentes o daños a los delegados, líderes y a los presentes.

7. Orar para que el área de exposiciones del centro de convenciones sea un lugar donde Dios obre de manera especial en los corazones y providencias para la misión y la evangelización, y muchos más se unan a la tarea de los que buscan traer una cosecha para Dios.

8. Orar para que el Espíritu Santo se derrame sobre los delegados de la DIA (División Interamericana) y de la DNA (División Norteamericana) que estarán presentes en el Congreso de la AG, Dios los conoce por su nombre.

9. Orar por los muchos convertidos que se unirán a nosotros durante el Congreso a fin de que vean la imagen de Jesús en nuestra vida y sean inspirados a compartir el evangelio.

10. Orar por nosotros, como iglesia, para que despertemos de nuestro letargo y estupor espirituales y para que reconozcamos la gravedad de la hora en que vivimos y depositemos todo en el altar de Dios y de su obra.