Día 62 – Lunes 25 de mayo

“Vi que la fuerza de los hijos de Dios está en su humildad. Cuando son pequeños en sus propios ojos, Jesús será para ellos su fuerza y su justicia, y Dios prosperará sus labores” Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 338.

ENFOQUE DE LA ORACIÓN
1. Orar por un derramamiento tan abundante del Espíritu Santo sobre el Congreso de la Asociación General que quede evidente a todos que esta es la iglesia de Dios y que él está al control.

2. Orar para que no solo sea una reunión administrativa como de costumbre en el Congreso de la AG, sino un tiempo de reavivamiento espiritual que renueve el corazón de todos los presentes.

3. Orar para que cada delegado experimente su “primer amor” nuevamente, y para que sientan el desafío de profundizar su comunión con Cristo durante el Congreso.

4. Orar para que las personas, al retirarse de las reuniones del Congreso de la AG cada día, en vez de comentar sobre las divergencias o las discusiones administrativas de la Iglesia, alaben a Dios en relación a lo que él está obrando y lo que está haciendo en el corazón y la vida.

5. Orar por los jóvenes y adultos jóvenes que estarán presentes en las reuniones de la AG a fin de que vean a Jesús revelado en la vida de los líderes y para que anhelen seguir conociendo a Jesús más y más.

6. Orar para que Dios conduzca todas las comisiones de nombramientos y de elecciones, etc.

7. Orar para que el Espíritu de Dios conduzca las discusiones y las decisiones tomadas de tal forma que la iglesia sea fortalecida y se una más a afirmarse en la verdad bíblica.

8. Orar para que el Espíritu Santo sea derramado sobre los delegados presidentes (11), procedentes de la sede de la AG, en Maryland, y para que Dios les dé sabiduría divina respecto a cómo liderar la iglesia durante el Congreso.

9. Orar para que el Espíritu Santo sea derramado sobre los delegados secretarios (9), procedentes de la sede de la AG, en Maryland, para que Dios les dé sabiduría especial y bendiciones durante el Congreso.

10. Orar por nuestros pastores y líderes de la iglesia local a fin de que la lluvia del Espíritu Santo sea derramada sobre ellos y los capaciten para su obra.