Vivimos en un mundo complexo, con presencia de conflictos civiles y entre naciones, hambre, economías fragilizadas, inflación, desempleo, desigualdad social, inseguridad en las metrópolis, constantes catástrofes naturales, o sea, una diversidad de situaciones que llevan al sufrimiento humano. Para responder a las necesidades consecuentes a estas adversidades ADRA fue establecida con el propósito de proveer desarrollo a personas, familias y comunidades, así como prestar asistencia en los casos de desastres.

A base de su existencia es seguir el ejemplo de una vida de servicio presentada por Jesús Cristo, que por donde andaba dejaba un rastro de cura, de enseñanza, de perdón, de esperanza, de salvación, de amor. Y esto se confirma en Sus propias palabras:

“Porque el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir…” (Marcos 10:45).