Un hacha afilada corta más y mejor. Un equipo bien capacitado impactará y potenciará los resultados de todo el trabajo realizado en pos de ser una iglesia receptiva. Cada trimestre, cuida y prepara al equipo a través de las siguientes acciones:
Realizar una reunión de evaluación del trabajo y del servicio, incluyendo a los equipos de apoyo.
Llevar a cabo capacitaciones para el equipo, pudiendo finalizar con un momento de confraternización.