El Señor es capaz de ver nuestro corazón. Al conocernos tan bien, Él puede brindarnos la mayor seguridad del planeta. Por eso, nunca te sientas solo y desamparado en este mundo. Dios lo ve todo; Él ve mucho más allá de nuestra apariencia física; Él ve nuestros deseos, frustraciones, miedos y sentimientos internos. Cuando la vida está llena de felicidad o se vuelve pesada o triste, Jesús nos invita a compartirlo todo con Él.

MATERIALES PARA

DIVULGACIÓN

Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.