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J.A 26/Dic. Navidad es Jesús

“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6) ALABANZA No hay nadie más – CD Joven 2014 Siempre de Jesús – CD Joven 2005 La única esperanza - […]


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“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6)

ALABANZA
No hay nadie más – CD Joven 2014
Siempre de Jesús – CD Joven 2005
La única esperanza - CD Joven 2014

TESTIMONIO
EL COLEGIO ADVENTISTA
La Cisterna, en la República de Chile, realizó en 2013 la campaña Más amor en Navidad, que tiene el objetivo de recaudar alimentos no perecederos, ropas y juguetes para familias necesitadas.
El programa de clausura contó con la participación de profesores, alumnos y apoderados del centro de estudios. También participaron en la actividad representantes destacados de la comunidad, además de autoridades traídas por las diferentes alianzas participantes.
Con comisiones organizadas, divididos en cuatro equipos, se recaudaron casi dos mil kilos de alimentos no perecederos que fueron destinados a familias necesitadas.
Sin duda esta será una experiencia marcadora para los niños y los jóvenes, que pasan a mirar a las personas necesitadas con más compasión.

ORACIÓN INTERCESORA
Oremos para que en esta Navidad podamos recordar que sin Jesús estas fiestas no tienen ningún sentido. Es él quien debe estar en el centro de esta celebración, así como también en el centro de nuestras vidas durante todos los demás días del año.
Orar por las personas necesitadas, en situación de calle y por las familias pobres también es una excelente manera de llenar el corazón con el amor de Dios y a partir de ahí realizar algo concreto en beneficio de ellos.

MENSAJE
Mientras Miguel terminaba de armar el árbol de Navidad en la sala de su casa, se podían escuchar desde la cocina los villancicos que sonaban en la vieja radio a pilas que mamá colocaba sobre el refrigerador. Qué hermosa que era esa fecha. Parecía que todos los problemas de la casa se habían esfumado, y solo
reinaba una atmósfera de paz y felicidad.
Ya estaba casi todo listo y solo faltaba colocar la estrella, cuando surgió un problema. Era muy alto para que Miguel pudiera alcanzar la punta del árbol. Entonces, él le pidió ayuda a su hermano David, quien lo levantó en sus brazos para que pudiera alcanzar la puntita del árbol.
Un poco más tarde, junto a la mesa, estaba toda la familia reunida, lista para disfrutar de una rica cena navideña. Justo antes de dar gracias a Dios por los alimentos, el papá le preguntó a Miguel qué es lo que más le gustaba de la Navidad. Una sonrisa se dibujó en el rostro del pequeño, mientras miraba de reojo debajo
del árbol que estaba frente a la mesa, y respondió: “Los regalos, papá, sin duda lo que más me gusta de la Navidad son los regalos”.
Pareciera increíble que la fecha en que el mundo dice recordar un acontecimiento tan trascendente para su destino, que recuerda aquel acto de generosidad jamás visto, se dedique a autogratificarse y a satisfacer su egoísmo.
Si hay un espíritu que debe reinar en la Navidad es el de dar, el de ofrecer, el de negarse a sí mismo por el bien de los demás “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Dar fue la mayor manifestación de Dios hacia el ser humano. El Señor dio lo más valioso que tenía: su propio Hijo. El espíritu de la Navidad es donar, regalar. Pero ¿qué clase de regalo?
El regalo del que estoy hablando no se compra en un almacén de barrio ni se lo ofrece en las grandes tiendas de las capitales del mundo. Por otra parte, tampoco habría suma de dinero capaz de pagarlo. Es más, es el único regalo que puede llenar nuestro anhelo más profundo. Alguien dijo, alguna vez,
acerca de nuestra mayor necesidad:
“- Si nuestra mayor necesidad hubiera sido la información, Dios nos habría enviado un educador.
“- Si nuestra mayor necesidad hubiera sido la tecnología, Dios nos habría enviado un hombre de ciencia.
“- Si nuestra mayor necesidad hubiera sido el dinero, Dios nos habría enviado un economista.
“- Si nuestra mayor necesidad hubieran sido los placeres, Dios nos habría enviado un animador de fiestas.
“- Pero, nuestra mayor necesidad es el perdón, de modo que Dios envió un Salvador”.
Jesucristo, el Salvador del mundo, es el mayor regalo que podemos recibir y también dar en esta Navidad. No gastes energías en vano. En esta Navidad, puedes recibir a Jesús en tu corazón y compartirlo con tus seres queridos.

ESPÍRITU DE PROFECÍA
“Es necesario tratar a los jóvenes con mucho cuidado. No se les debe dejar que en ocasión de la Navidad busquen diversión en la vanidad y la búsqueda de placeres, o en pasatiempos que pudieran perjudicar su espiritualidad. Los padres pueden controlar esto al dirigir la atención y las ofrendas de sus hijos hacia
Dios, hacia su causa y hacia la salvación de las almas” (El hogar cristiano, p. 435).

MANOS A LA OBRA
Alabanza: Los momentos de alabanza, previos al inicio del programa, pueden ser los himnos del Himnario Adventista que hablan sobre la Navidad. En la medida de lo posible, animamos a que puedan acompañar este momento de alabanza con variados instrumentos musicales en vivo.
Testimonio: Gracias a las campañas Más amor en Navidad promocionadas por ADRA, no faltan historias de iglesias y escuelas adventistas que se involucraron con mucha dedicación y así lograron beneficiar a familias necesitadas en toda Sudamérica. Hacer una cartelera con noticias de toda la División es una forma interesante de incentivar la unidad de la iglesia en favor del prójimo.
Oración intercesora: Como ya sabemos, este debe ser un momento de mucha solemnidad, por lo que sería bueno preparar cajitas de regalo bien adornadas para cada uno de los hermanos presentes. Coloca allí un papelito con el nombre de algún amigo o familiar a quien deseen llevar Jesús como un regalo para nuestro Señor. Luego cerramos la caja y oramos por cada uno de esos nombres.

Mensaje:
Sería interesante dramatizar la historia relatada en esta parte. Una sugerencia que exigirá bastante entrenamiento es que al final de la representación los personajes se queden inmóviles durante todo el tiempo en que el responsable haga la meditación. Hay aun la posibilidad de retomar la representación y cambiar el final, con Miguel hablando sobre el gusto que tiene de compartir regalos con los niños necesitado

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