Jóvenes

Blog

J.A. 03/Oct. - Empatía a toda prueba

“Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada a Jehová” (Éxodo 30:37). ALABANZA Restaura – CD Joven 2012 Cada nuevo día – CD Joven 2009 Soy de Jesús – CD Joven 2006 TESTIMONIO Cuando era un joven pastor, dedicado a la predicación del evangelio y al desarrollo […]


  • Compartir:

ja-03-octubre

“Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada a Jehová” (Éxodo 30:37).

ALABANZA

Restaura – CD Joven 2012
Cada nuevo día – CD Joven 2009
Soy de Jesús – CD Joven 2006

TESTIMONIO

Cuando era un joven pastor, dedicado a la predicación del evangelio y al desarrollo espiritual de la iglesia, fueron incontables las veces en las que visitaba a la feligresía y debía escuchar todo tipo de problemas y, a su vez, tratar de brindar apoyo, aliento, consuelo y múltiples consejos.
Sin duda, la situación más difícil a la hora de apoyar a una persona era cuando alguien perdía a un ser querido. Toda palabra, todo gesto y toda acción de empatía daban la sensación de ser insuficientes. Solo cuando perdí a mi padre comprendí la limitación de mi empatía hacia las demás personas, pero a la vez entendí más plenamente que solo la empatía divina satisface y consuela verdaderamente.

ORACIÓN INTERCESORA

Considerando que como cristianos somos un canal de bendición, apoyo y consuelo para las personas, oremos para que Dios pueda sensibilizar nuestro corazón ante el sufrimiento de los demás, a fin de que podamos ser el brazo de Dios durante los momentos en que las personas necesitan nuestro apoyo y compañía.

MENSAJE

Cuando Dios ordenó la fabricación del incienso, este debía tener dos importantes características:
1) Las especias debían ser cuidadosamente escogidas, ya que el producto debía ser un perfume aromático agradable, según el arte de los perfumadores.
2) Dicho perfume debía ser exclusivo. Nadie podría fabricar otro con dicha composición.
El incienso que día a día era ofrecido a Dios representaba las oraciones de cada uno de los israelitas. David dijo: “Suba mi oración delante de ti como el incienso” (Salmo 141:1).
Sin duda, todo aquello que le contamos a Dios en oración, todas las cosas que sentimos en lo más profundo de nuestro corazón, él lo entiende en su verdadera y plena dimensión. Todo aquello que compartimos con el Señor, desde lo más profundo de nuestros corazones, es de aroma agradable y exclusivo, ya que él no mira grupos de personas, sino a seres individuales y también exclusivos. Su empatía es a toda prueba, porque “no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo, según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:15, 16).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

“[…] y ante el velo que separaba el Lugar santo del Santísimo estaba el altar de oro para el incienso, del cual ascendía diariamente a Dios una nube de sahumerio junto con las oraciones de Israel” (El conflicto de los siglos, cap. 24, p. 408).

MANOS A LA OBRA

Alabanza: La música debe estar relacionada con el tema. Utiliza música que hable sobre la disposición que Dios tiene no solo para oír nuestras oraciones, sino también para atenderlas como si fuésemos la única persona que Dios debe socorrer. Busca un mensaje especial que, al cantarse, lleve esperanza y paz a los miembros presentes.
Testimonio: Busca en tu iglesia un testimonio de algún joven o señorita que alguna vez se haya sentido incomprendido, y que en un determinado momento sintió que Dios tenía todo el tiempo para escuchar su problema y darle una respuesta oportuna en un momento de mucho dolor en su vida.
Oración intercesora: En esta oportunidad se puede traer una réplica de Altar del incienso, y pedir que todos los miembros de la Sociedad de Jóvenes pueda escribir, en un pequeño papel, el pedido más deseado, íntimo y anhelado del corazón, y realizar una pequeña representación quemando todos los papelitos en el altar que estará en el patio de la iglesia, al final del Culto Joven.
Mensaje: Es importante dejar en claro los siguientes puntos:
1) Nuestra empatía y sensibilidad siempre será limitada.
2) Dios puede transformarnos en personas más perceptivas y sensibles al dolor ajeno.
3) Debemos llevar a las personas hacia nuestro gran Sumo Sacerdote, que nunca se cansa de nosotros.
4) Hasta los problemas más pequeños, para Dios, son de aroma agradable y merecen atención exclusiva.

  • Compartir:
Artículo anterior
Artículo siguiente