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¿De qué tienes sed? - Sermón para el Día Mundial del Joven Adventista 2014

Sermón para el Día del Joven Adventista 2014 ¿DE QUÉ TIENES SED? “Verano de 2015. En varios barrios se ven filas para conseguir agua. Las familias cargan baldes y esperan la llegada de los camiones cisterna. De los caños y las canillas no sale una gota. La demora en el abastecimiento obliga a lugares de […]


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Sermón para el Día del Joven Adventista 2014

¿DE QUÉ TIENES SED?

“Verano de 2015. En varios barrios se ven filas para conseguir agua. Las familias cargan baldes y esperan la llegada de los camiones cisterna. De los caños y las canillas no sale una gota. La demora en el abastecimiento obliga a lugares de gran concurrencia, como shopping centers y facultades a cerrar. Las lluvias abundantes de la estación no vinieron, las obras comenzadas tardaron en completarse y el desperdicio continuó alto. Por eso, Sao Paulo y varias ciudades vecinas que forman la mayor región metropolitana del país, entraron en la crisis más grave de falta de agua de la historia. 

La escena no es una pesadilla lejana. Se trata de un escenario pesimista, pero posible, para lo que ocurrirá a partir del mes de noviembre. Los habitantes de Sao Paulo sienten hoy lo que ya sufrieron en años anteriores, ciudadanos castigados por la sequía en Estados tan distantes como Río Grande do Sul, Minas Gerais y Pernambuco. La combinación de falta de planificación, mala administración, eventos climáticos extremos y consumo excesivo amenaza la provisión de agua en ciudades por todo el Brasil”. 

Y tú joven, ¿ya experimentaste sentir tanta sed y no tener como saciarla? No me refiero al líquido tan importante para la mantención de la vida física. Me refiero a lo que están haciendo los jóvenes para mitigar la sed íntima, inherente al ser humano.
Juan 4 describe el dramático encuentro entre Jesús y una joven señora que estaba buscando realización fuera de los parámetros sociales y religiosos de su cultura. Jesús pasó por alto las barreras sociales y raciales que lo separaban de la mujer samaritana, e identificó su sed insatisfecha, que la conducía de un caso amoroso a otro. Sin condenarla, el Señor reconoció que los anhelos de la mujer eran legítimos, aunque hasta entonces mal encaminados. Ella necesitaba saciar su sed, y él lo sabía.
Fue en virtud de eso que Jesús le hizo la sorprendente promesa de que él era capaz de satisfacer la sed interior de cualquier persona, en cualquier cultura u oportunidad, siempre que el sediento bebiera lo que él tenía para ofrecer. Cuando la mujer expresó el anhelo de recibir lo que le aplacaría la sed, él reveló cuán bien conocía la insatisfacción de su vida. También le dijo que era el Mesías prometido: “Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:26).
En el momento que creyó, la vida de la mujer cambió radicalmente.
¿Y tú, joven ¿De qué tienes sed? ¿De amor? ¿Seguridad? ¿Reconocimeitno? ¿Liberación de la culpa? ¿Necesidad de nuevas experiencias? ¿Integración intelectual intelectual? ¿Propósito? ¿Poder?

 OCHO TIPOS DE SED HUMANA

 En calidad de joven adventista del séptimo día, ¿qué clase de sed sientes?
¿De qué modo la fe en Jesucristo podría saciar esa sed de manera que dé sentido a tu vida?
¿Será que tus colegas de facultad o tus amigos son atraídos por lo que ven en su vida?
Tal vez puedas considerar como útiles las siguientes preguntas al analizar de qué modo tú y los demás se relacionan con las siguientes clases de sed mencionadas.
  • AMOR. ¿Disfrutas de relaciones en las que el compromiso es incondicional y permanente? Muchas veces las relaciones involucran actitudes y acciones que dicen: “Cuidaré de ti si…” o “Me intereso por ti porque…” en vez de “Tengo interés en ti, y punto final…”
  • SEGURIDAD. ¿Qué posees que no puede ser tomado? Cuanto mayor el riesgo, más vulnerable eres. La seguridad exige protección.
  • RECONOCIMIENTO. ¿Quién te reconoce a ti y a tus realizaciones, y cuál es la base para tal aprecio? Por acaso, ¿ese reconocimiento hace que sientas que eres capaz de hacer una gran diferencia en la vida de las personas? ¿Cómo te sientes en relación a lo que has hecho para obtener el reconocimiento?
  • LIBERACIÓN DE LA CULPA. ¿De qué manera enfrentas los fracasos en practicar lo que es correcto? ¿De qué forma consigues vivir en paz con el pasado, de tal modo que no reprimes el error, pero te permite vivir libre y creativamente el presente, prosiguiendo así hacia el futuro? ¿Cómo te relacionas con los que te perjudicaron?
  • NECESIDAD DE EXPERIENCIAS NUEVAS. ¿Tu vida se encuentra en crecimiento y expansión? ¿En qué áreas estás solo sobreviviendo? La rutina puede ser destructiva si no conduce a la satisfacción o a nuevos descubrimientos. ¿Aprendes y eres más sensible cuando necesitas enfrentar dolor y sufrimiento? ¿Te sientes más vinculado a la vida que hace cinco años?
  • INTEGRACIÓN INTELECTUAL. ¿Cuál es tu visión del mundo? ¿Tratas de reunir todo lo que conoces en un campo unificado de comprensión, que tiene sentido? ¿Crees que las cuestiones y problemas presentes en tu forma de pensar podrán contribuir a nuevas comprensiones mediante un estudio adicional? ¿Procuras examinar honestamente varias formas de ver el mundo, a fin de descubrir cuál de ellas satisface más plenamente tu comprensión del mundo, tanto físico como metafísico?
  • PROPÓSITO. ¿Qué te gustaría producir en la vida? ¿Serías capaz de morir por alguna causa? ¿Cuál? Alguien dijo que una persona todavía no vivió realmente si no descubrió algo a favor de lo que sería capaz de dar su vida.
  • PODER. ¿A qué fuentes de poder fuera de ti has recurrido a fin de ser más de lo que eres hoy? Existe un vacío de poder entre lo que a las personas les gustaría ser y lo que hoy efectivamente son. ¿Te gustaría influenciar a otros? ¿Qué principios rigen la forma como utilizas la influencia y el poder?

ODRES NUEVOS

“Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De esa manera, el vino nuevo rompería los odres, se derramaría el vino, y los odres se perderían. Más bien, el vino nuevo se guarda en odres nuevos”.  Marcos 2:22.

Jesús declaró que podría saciar la sed más profunda de la persona que bebiera de lo que él ofrecía. Jesús utilizó la metáfora del agua y del vino para ilustrar lo que él ofrece: el Espíritu Santo opera en el creyente con poder y produce vida nueva, y su muerte es capaz de perdonar y purificar a todos los que vienen a él y confiesan sus necesidades.
Pero él habló de una tensión que se crea entre el vino nuevo y los odres viejos. El vino  nuevo es el símbolo de la vida nueva que él ofrece a los creyentes. Los odres viejos representan los antiguos modelos, tanto en tu vida particular como en tus relaciones con la comunidad secular y espiritual.

George Webber, autor de The Congregation in Mission [La congregación en misión], escribió: “Ninguna relación de amor se desarrollará si no existen estructuras sobre las cuales pueda crecer”. El modelo de los seres humanos, tanto en la sociedad como en la iglesia, es construir estructuras decadentes, las cuales reflejan el egoísmo de nuestra naturaleza pecaminosa. Pero el vino nuevo que Cristo ofrece es el amor servicial y debemos medir continuamente la efectividad de nuestras estructuras sociales cristianas a partir del amor que nutrimos unos por los otros.

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado”. Juan 15:12.
Una pregunta significativa para el joven cristiano es: ¿Qué clase de odre es más compatible con el evangelio en tu ambiente? Muchas estructuras son apropiadas. La Iglesia ofrece hoy proyectos donde tu grupo puede participar de manera efectiva: Misión Caleb, Proyecto Vida por vidas, Un año en misión, Voluntariado adventista, Grupo pequeño universitario, etc.
Ellos te podrán ayudar a descubrir ahora lo que los cristianos han aprendido alrededor del mundo y a lo largo de la historia, que Jesucristo está presente a fin de capacitar a su pueblo a vivir de manera práctica su amor en medio de las personas sedientas de agua y del vino que él, por su muerte, hizo posible ofrecer.

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros”. Juan 13:35.

Sermón basado en el artículo del pastor Paul Jensen escrito para la Revista Diálogo.
Ministerio Joven de la Unión Central Brasileña.
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