Todo lo que esa palabra implica debe buscarse como hogar. Debe ser un pequeño paraíso en la tierra, un lugar donde se cultiven los afectos en lugar de ser cuidadosamente reprimidos. Nuestra felicidad depende del cultivo del amor, la simpatía y la verdadera cortesía hacia los demás.
Testimonies, vol. 3, pág. 539.