Comunicación

Blog

Modelo de conducta profesional

La ética en la búsqueda de la información debe ser parte fundamental del procedimiento de investigación, perfeccionamiento y reportaje en cualquier medio periodístico, cuánto más en medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Así, la exención y el uso correcto de fuentes y procedimientos deben tratarse con la más dedicada atención. Exención e […]


  • Compartir:

La ética en la búsqueda de la información debe ser parte fundamental del procedimiento de investigación, perfeccionamiento y reportaje en cualquier medio periodístico, cuánto más en medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Así, la exención y el uso correcto de fuentes y procedimientos deben tratarse con la más dedicada atención.

Exención e imparcialidad

Conceptos como verdad y objetividad son bastante debatidos dentro del código de ética del periodismo, pero es sabido que la total exención y objetividad o también la imparcialidad son imposibles de ser alcanzadas, ya que el periodista es un ser humano que en su constitución es parcial. Lo que es obligación del periodista profesional es buscar la mayor imparcialidad posible, utilizando el conjunto de técnicas disponibles para el hacer periodístico. En ese sentido, destacamos los siguientes puntos:

▪ El trabajo periodístico debe buscar siempre mostrar todos los lados posibles de un hecho, escuchando a todos los involucrados para que el material no sea construido de forma tergiversada.

▪ Es imprescindible que el periodista o comunicador se atenga al hecho y no dé su opinión política o ideológica al construir su materia.

▪ Es importante resaltar que los medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día busquen la exención, no hay espacio para las críticas a la iglesia como tampoco a sus líderes y a sus empleados. Esas son discusiones reservadas a los foros privados.

▪ Es vital la comprensión por parte de los comunicadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de que los medios relacionados a la iglesia existen esencialmente para la promoción de la misión de la iglesia.

▪ El comunicador no debe ser parte del hecho sino quien es parte del núcleo del relato. De esa forma, expresiones como “nosotros los adventistas” o también “en nuestras iglesias” deben evitarse. En el caso de producciones para la televisión, el reportero nunca debe aparecer con la camiseta o cualquier otra identificación que forme parte del proyecto o evento que está cubriendo.

▪ Las entrevistas con políticos deben ser motivo de atención. La presencia de líderes regionales o nacionales en materiales de medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día debe ser para hablar como fuente en una pauta, pero nunca debe ser el centro de la pauta.

▪ Las sugerencias de pautas hechas por asesorías de prensa y organismos oficiales deben ser cuidadosamente analizadas. La responsabilidad de los medios de comunicación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es con el interés de su audiencia o lectores, y no con cualquier otro tipo de institución.

▪ Antes de ser publicada, toda información debe ser investigada y confirmada por el mayor número de fuentes posible. Todo reportero, articulista, comentarista o columnista es responsable por la exactitud de su información y por su perfección. El trabajo periodístico, la mayoría de las veces, se hace colectivamente y de esa forma todos los que contribuyeron para la creación de un material tienen la responsabilidad por la exactitud y la veracidad de los hechos.

▪ La revisión de un texto, material gráfico o video es fundamental en el proceso comunicacional. De esa forma, los cambios en el texto original o también la elección de imágenes es parte importante en la búsqueda de la calidad del material y no deben ser entendidas por el reportero como censura o control. Todos dentro de la redacción son revisores en potencia.

▪ Cada medio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día trabaja de forma aislada en la búsqueda de sus pautas, investigación y producción periodística, pero cualquier tipo de aprovechamiento de material o cambio de información es de total interés de la institución para que el trabajo de todos pueda realizarse de manera facilitada y cada vez más profesional.

▪ Es importante recordar que la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene diferentes medios de comunicación que están enfocados en dos públicos destinatarios bastante distintos: interno y externo. Y la diferenciación de esos públicos altera en gran manera el tipo de contenido, el abordaje y el lenguaje utilizados.

Los medios de comunicación dirigidos al público interno (adventistas) incluyen: sitios, redes sociales y canales de comunicación de Misiones, Asociaciones, Uniones y de la División Sudamericana; revistas denominacionales como La Revista Adventista, El Ministerio y la Revista del Anciano. Se trata de informaciones sobre acciones y eventos de la iglesia para que los adventistas se informen.

Los medios de comunicación dirigidos al público destinatario externo (los no adventistas) incluyen: radio, TV y web Nuevo Tiempo; revistas no denominacionales como Vida y Salud, Mis Amigos y Conexión 2.0. Se trata de contenidos que promueven las creencias adventistas e informaciones sobre acciones y eventos de la iglesia para que los no adventistas se informen.

Relación con las fuentes

Entendemos como fuentes a personas, grupos sociales, instituciones, charlas, documentos oficiales y datos divulgados por instituciones de investigación, entre otros. Sea por medio de entrevistas o investigación, las fuentes deben utilizarse de forma pura y no tergiversada o viciada. Debemos prestar atención a los siguientes aspectos:

▪ Aun en redacciones pequeñas es extremamente necesario prestar atención al proceso de verificación/investigación periodística. No porque una noticia esté destacada en un sitio noticioso, por ejemplo, debe ser reproducida en un medio relacionado a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Esa noticia puede ser considerada una pauta que merece pasar por un proceso de mantenimiento dentro de la redacción. O sea, deben buscarse fuentes primarias, como proyectos de leyes, información proveniente de organismos de asesoría de prensa oficiales relacionadas a personas o instituciones, declaraciones exclusivas, etc. Tal procedimiento evitará la difusión de noticias falsas (fake news), algo bastante común en tiempos de las redes sociales y diseminación rápida y descuidada de información.

▪ Se considera plagio la reproducción total o parcial de frases o pensamientos publicados por otros medios periodísticos (impresos, radio, TV u online), como también libros o cualesquiera otras producciones intelectuales, sin las debidas autorizaciones o citaciones, según reglas de ABNT. El plagio no es solo una práctica antiética, sino un crimen que puede resultar en el pago de multas e incluso la detención de su autor.

▪ La elección de una fuente para declaración en una materia para medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día debe pasar por una selección inicial. Todos los casos y pautas deben ser minuciosamente evaluados. Es importante tener el cuidado de no escuchar fuentes que estén en desacuerdo con los principios bíblicos. Por ejemplo, considerando que la Iglesia tiene un mensaje de salud involucrando varios principios, no podemos entrevistar profesionales que defiendan ideas opuestas a esos principios en sus trabajos académicos o también en otras entrevistas. Una investigación básica en las redes sociales de la fuente en potencia ayudará a evitar que sean entrevistadas personas que apoyan ideologías o instituciones en desacuerdo con la filosofía de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

▪ Para la confección de un material con información exacta y el mayor nivel de exención posible, es necesario que la elección de las fuentes no tenga intereses políticos y ningún tipo de promoción innecesaria, ni en pautas eclesiásticas. Si un evento o proyecto de la iglesia estuviera destacado en un reportaje, es necesario escuchar a personas realmente relacionadas a ese proyecto o evento. Debe evitarse al máximo la exposición de personas que buscan solo promoción personal o institucional (políticos, pastores, instituciones). La relevancia periodística siempre será la medida para la elección.

▪ La privacidad de la fuente puede preservarse cuando sea necesario. La distorsión de imagen y voz puede utilizarse en casos que involucren crímenes (víctimas o criminales) o cuando la exposición puede representar peligro para la fuente o también una exposición negativa. Obviamente, la prioridad será escuchar a personas que puedan identificarse, pero cabe al profesional decidir si es válido o no el anonimato de la fuente. Es necesario un trabajo estético detallado en los casos que involucren imagen, para que la fuente esté realmente protegida y la imagen distorsionada o con un trabajo de luz y sombras atienda al criterio del buen gusto.

▪ Los menores de edad no pueden ser identificados cuando están involucrados en crímenes (víctimas o criminales), ni cuando la exposición sea negativa. En caso de exposición positiva, se debe buscar la autorización del responsable mayor de edad.

▪ El comunicador de la Iglesia Adventista del Séptimo Día debe tener cautela al exponer una fuente. Los casos que puedan representar riesgos o generar una visión negativa de la persona deben ser evaluados cuidadosamente y discutidos con los superiores dentro de la redacción.

 

 

 

Uso de imágenes y bandas sonoras

El uso de imágenes y otros recursos visuales merecen un cuidado especial. Se recomienda atención a los siguientes aspectos:

▪ Fotos, imágenes en movimiento y bandas sonoras utilizadas en medios de comunicación relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día deben ser producidas por la institución y/o autorizadas en agencias de noticias, o estar disponibles en bancos públicos debidamente instituidos.

▪ El empleado de la institución no tiene derecho sobre el material producido, ya que es contratado por la institución. El pago es considerado como remuneración por el material producido. El derecho que el empleado tiene es tener su nombre registrado en los créditos de imagen o sonido, cuando sea apropiado.

▪ La producción de imagen y sonido hecha por terceros es de propriedad de la institución, lo que debe constar en el contrato establecido entre las partes.

▪ No se debe producir contenido utilizando la reproducción de videos, parte de videos, audios, partes de audios ni imágenes (fotos) que no fueron producidos por empleados de la institución o encomendados a terceros por la misma, salvo cuando se haya solicitado la debida autorización y fuera concedida por el propietario del contenido. La autorización debe contener los datos del autor del material solicitado y la especificación del uso del material. Lo mismo con videos, imágenes o sonidos disponibles en YouTube necesitan la debida autorización; de lo contrario, no deben ser utilizados.

▪ No es práctica en medios relacionados a la Iglesia Adventista del Séptimo Día el uso de imágenes fuertes para fines de sensacionalismo, o exposición que explore emociones/sentimientos con el objetivo de conseguir audiencia. El consumidor de contenidos de esos medios debe tener la seguridad de que no se sorprenderá con escenas que estén en desacuerdo con sus valores. En caso de dudas, debe consultarse al responsable directo del comunicador en la institución.

▪ Imágenes de amamantamiento o que involucren la exposición del cuerpo deben utilizarse con bastante cuidado. En caso de utilizarlas, que sean con ángulos e iluminación que no den una connotación sensual. La producción debe considerar el respeto a la cultura en cuestión, así como no causar extrañeza en el público que recibirá tales imágenes.

▪ Los invitados a programas en formato de televisión (broadcast u online) grabados o en vivo, en estudio o en ambiente exterior deben firmar una autorización de imagen. En el caso de entrevistados en las calles, en formato “el pueblo habla” o “sonoras”, no es necesario, siendo que aceptan responder sobre determinado asunto para el comunicador. Este acto ya caracteriza autorización del uso de la imagen. La orientación jurídica es que, al abordar a alguien, el cinegrafista registre con la cámara el momento en que la persona concordó en participar. En el abordaje, el comunicador debe identificarse, informar el programa en el cual la entrevista será transmitida e informar al entrevistado qué asunto se abordará en la entrevista. Al filmar en las calles y lugares públicos, no es necesaria la autorización de las personas presentes en el lugar, ya que el espacio es público.

 

Uso de medios sociales

Con relación a los medios sociales, se hacen las siguientes recomendaciones:

▪ Siendo que todo el contenido publicado en los medios sociales se hace público, incluso en las redes sociales “cerradas”, el comunicador es responsable por las repercusiones que esos contenidos puedan tener. La imagen del comunicador está íntimamente relacionada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Por eso, las actividades que puedan perjudicar la imagen de la institución/organización son inadmisibles.

▪ Un cuidado adicional debe concentrarse en los grupos de WhatsApp. Claro que en ese espacio privado todos son libres para expresar sus opiniones, pero el comunicador de un medio de la Iglesia Adventista del Séptimo día es responsable por los comentarios y/o mensajes compartidos que sean transmitidos y generen daños a su imagen y a la imagen de la Iglesia. Dependiendo de la repercusión y gravedad del contenido, cabrá una sanción administrativa. Es necesario que el comunicador evalúe el nivel de confiabilidad del grupo y de sus participantes. Vale resaltar que informaciones confidenciales de la institución no deben ser divulgadas y/o comentadas en grupos sociales. Ese tipo de información debe ser restringido a grupos de trabajo.

▪ Al crear contenido para los medios sociales, el periodista no debe olvidar que su papel como profesional es buscar la excelencia, y que representa a una institución. De esa forma, él no debe hacer comentarios rudos en relación a los seguidores, opinar u ofender ideologías controvertidas o diferentes de las defendidas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es aceptable que el periodista siga a individuos o instituciones con ideologías diferentes a fin de tener una visión general de la sociedad, pero jamás debe expresar “me gusta” en esas publicaciones.

▪ El comunicador adventista debe estar consciente de que es uno de los principales responsables por orientar a los administradores y líderes con relación a la creación de perfiles corporativos nuevos en las redes sociales. Dos aspectos necesitan ser definidos. El primero es que esos perfiles corporativos son de uso exclusivo para finalidades de interés de la organización adventista en sus diferentes esferas y niveles de actuación y no para uso personal. El segundo aspecto es con respecto a la necesidad de una posición coherente, de comunicadores adventistas, al tratar con comentarios públicos contrarios y ofensivos. La política adoptada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido de permitir comentarios públicos en sus redes sociales, incluso críticos hacia algún aspecto de la denominación. La excepción queda por cuenta de comentarios ofensivos con uso de palabras obscenas e insultos dirigidos a personas e instituciones, comentarios calumniadores, preconceptuosos y en tono que represente algún tipo de amenaza al indicio de haber cometido un crimen.

▪ El comunicador unido a la Iglesia Adventista del Séptimo Día debe dar un trato respetuoso a todos los que interactúan en sus páginas o cuentas en redes sociales (personales o de la institución). Pueden responder a dudas y críticas; pero, si ocurren ofensas, el comunicador puede bloquear al usuario, sin responder nunca de una forma dura o sin elegancia.

▪ Es importante que el comunicador no denote que está haciendo publicidad en sus posteos. Citar marcas e instituciones que no forman parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día no debe ser parte de las publicaciones de las redes sociales de los comunicadores relacionados a la Iglesia. Se debe evitar criticar marcas, empresas e instituciones, debido a su papel destacado en la sociedad.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en América del Sur no se opone al uso de los medios sociales por parte de sus comunicadores, que deben priorizar en sus redes la divulgación de materiales y proyectos de la Iglesia y sus instituciones.

  • Compartir:
Artículo anterior
Artículo siguiente