Entre las denominaciones cristianas, la Iglesia Adventista del Séptimo Día se destaca por su visión integral acerca de la salud. Con fundamento en argumentos teológicos, los adventistas defienden que el cuidado de las dimensiones física, mental y espiritual son parte de una experiencia religiosa enriquecedora (1 Tes. 5:23; 3 Juan 2). Sin embargo, la Biblia no menciona de modo específico o normativo sobre la práctica de deportes.

En el Antiguo Testamento existen pocas referencias a las prácticas deportivas. De manera general, esas actividades estaban más relacionadas con habilidades militares que con un entrenamiento deportivo o momento recreativo (Jue. 20:16; 1 Sam. 20:20-22, 35-38; 2 Sam. 2:18; 1 Crón. 12:2).

A su vez, el Nuevo Testamento, especialmente los escritos de Pablo, contienen varias alusiones a los deportes o a temas relacionados (1 Cor. 9:24-27; 2 Tim. 4:7; Heb. 12:1). Sin embargo, el uso que el apóstol hace de ese asunto es ilustrativo. Parece evidente en sus textos que él solo utiliza ejemplos conocidos y aceptados por su público destinatario primario como resurso retórico. Es importante destacar que en sus días los Juegos Olímpicos eran muy conocidos y estaban íntimamente relacionados con el paganismo.

Elena de White escribió sobre actividades deportivas y, a partir de sus orientaciones, se puede concluir que ella hacía distinción entre actividades físicas, actividades recreativas y actividades competitivas.

En armonía con su pensamiento acerca de la salud integral, la autora estimuló la práctica de actividades físicas. Ella fue categórica al afirmar que “los estudiantes deben hacer ejercicio vigoroso” (Ed., p. 210). En su concepción, esos ejercicios deberían ser tareas manuales útiles que, además de estimular el cuerpo, prepararían a los jóvenes para la vida” (CM, p. 338). Eso incluía el desarrollo de actividades en contacto con la naturaleza (Ed., p.212). Además, Elena de White apoyaba la recreación sana, que “provee refrigerio para la mente y el cuerpo” (ibid., p. 207). De la misma manera los juegos con pelota ella no los condenaba del todo (2MS, p. 371), siempre que se manifiesten dentro de los límites de un juego espontáneo, sin desarrollar el espíritu de rivalidad o competición.

Por otro lado, Elena de White fue contundente al reprobar actividades como “el fútbol [norteamericano] y el box”, juegos de equipo y deportes con animales (Ed., p. 210)  (Carta 27, 1895; ver Ed. p. 210). Ella tenía preocupaciones en cuanto a la naturaleza de algunos deportes específicos, como también con el peligro de que se se transformaran en muy absorbentes. Además, era totalmente contraria a actividades que promovieran cualquier rasgo de competitividad (PVGM, p. 156-158) o alta estimulación física y mental (HHD, p. 133; CS, p. 628).

Por años, la práctica de deportes en instituciones educativas adventistas fue el tema de debates y cuestionamientos, especialmente al Ellen G. White Estate. En 1959, Arthur White publicó un documento titulado “Sports in Seventh-day Adventist academies and colleges”, en el que concluyó diciendo: “Veo claramente la distinción entre un día de recreación en el cual ciertos juegos pueden jugarse y el desarrollo de equipos bien entrenados en nuestros institutos y facultades, para participar de un programa deportivo”.

En 1988, un documento de la Asociación General titulado “Actividades competitivas” trajo como ejemplos de prácticas que desarrollan los aspectos físico, mental y espiritual las siguientes actividades al aire libre: “natación, ciclismo, equitación, esquí, canotaje, gimnasia, jardinería, caminatas, campamentos, colección de piedras, buceo, exploración de cavernas” (2005 p. 32).

 

Principios editoriales

1. El uso de prácticas deportivas como ilustración es un recurso posible, pero se debe cuidar tanto la mención de determinados tipos de deportes, especialmente los que incentivan la competitividad exacerbada, la violencia, el desafío a la vida y procedimientos como la mentira y la disimulación.
2. La práctica de actividades físicas y recreativas que condicen con la visión integral de salud adventista debe ser promovida en diversas publicaciones producidas por la iglesia.
3. Los deportes agresivos, que exponen a sus practicantes al riesgo de muerte, alineados a filosofías contrarias a la cosmovisión bíblico-adventista o de reputación dudosa no deben promoverse bajo ninguna circunstancia.

Bibliografía

Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. (2005). “Actividades competitivas” (p. 26-34), en Declaraciones de la iglesia. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira.

 

Graybill, R. (1974). Ellen G. White and competitive sports. The Ministry, julho (p. 4-7).

 

McArthur, B. (2018). Jogos e esportes (p. 1011-1014). Em Fortin, D., & Moon, J. (eds.). Enciclopédia Ellen G. White. Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira.

 

Nieman, D. (1988). Do sports belong in SDA schools? Ministry, agosto (p. 4-9).

 

White, A. (1959). Sports in Seventh-day Adventist academies and colleges. Disponible en <https://tinyurl.com/ybv4pzu4>.

 

White, E. de. Hijos e hijas de Dios. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (1955).

 

White, E. de. Consejos para los maestros. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (2000).

 

White, E. de. Consejos sobre la salud. Asociación Publicadora Interamericana. (2008).

 

White, E. de. Mensajes selectos (t. 2). California, EE.UU. Publicaciones Interamericanas, PPPA. (1967).

 

White, E. de. La educación. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (1998).

 

White, E. de. Palabras de vida del Gran Maestro. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (1991).