Existen muchos niños en el mundo que están sufriendo y todos conocemos esa dura realidad. Miles de personas trabajan arduamente para ayudarlos, pero los esfuerzos son insuficientes.
Recordemos lo que las Sagradas Escrituras dice con relación a este tema en el Salmo 68, versículos 5 y 6: “Dios que habita en su santo templo, es Padre de los huérfanos y defensor de las viudas; Dios da a los solitarios un hogar donde vivir, libera a los prisioneros y les da prosperidad; pero los rebeldes vivirán en tierra estéril”.