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VENCER CON EL BIEN EL MAL | Lección 12: Para el 23 de diciembre de 2017

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 12; 13. PARA MEMORIZAR: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom. 12:2). AUNQUE PABLO INTENTA DISUADIR a los romanos de sus falsas nociones de la Ley, [...]


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LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 12; 13.

PARA MEMORIZAR: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom. 12:2).

AUNQUE PABLO INTENTA DISUADIR a los romanos de sus falsas nociones de la Ley, también llama a todos los cristianos a un elevado nivel de obediencia. Esta obediencia surge de un cambio interno en nuestro corazón y en nuestra mente, un cambio que viene solamente mediante el poder de Dios.
Romanos no da ningún indicio de que esta obediencia se produzca en forma automática. El cristiano necesita instruirse en cuanto a cuáles son los requisitos y debe buscar el poder sin el cual esa obediencia es imposible.
Pablo nunca tuvo intenciones de despreciar las obras; en los capítulos 13 al 15 hace gran hincapié en ellas. Con esto no niega lo que dijo antes sobre la justi ca- ción por la fe. Al contrario, las obras son la verdadera expresión de lo que implica vivir por fe. A los creyentes del Nuevo Testamento se les ha dado un ejemplo de comportamiento moral apropiado en Jesucristo. Nadie más que él muestra el modelo para seguir. “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en [no en Moisés, ni Daniel, ni David, ni Salomón, ni Enoc, ni Débora, ni Elías] Cristo Jesús” (Fil. 2:5). ¡La norma no puede ser más elevada que esta!

VUESTRO CULTO RACIONAL

Con el capítulo 11 termina la parte doctrinal del libro de Romanos. Los capí- tulos 12 a 16 presentan instrucciones prácticas y notas personales. No obstante, estos capítulos nales son extremadamente importantes porque muestran cómo debe ser la vida de fe.
En primer lugar, la fe no es un sustituto de la obediencia, como si la fe de alguna manera anulara nuestra obligación de obedecer al Señor. Los preceptos morales siguen vigentes; se explican y hasta se ampli can en el Nuevo Testamento. Y tampoco se da ninguna indicación de que sea fácil para el cristiano regir su vida mediante estos preceptos morales. Al contrario, se nos dice que a veces podría ser difícil, porque la batalla contra el yo y el pecado siempre es difícil (1 Ped. 4:1). Al cristiano se le promete el poder divino y se le da la seguridad de que la victoria es posible, pero todavía estamos en el mundo del enemigo y tendremos que librar muchas batallas contra la tentación. Lo bueno es que, si caemos, si tropezamos, no somos rechazados, sino que tenemos un Sumo Sacerdote que intercede por nosotros (Heb. 7:25).

Lee Romanos 12:1. La analogía que aquí se presenta ¿qué nos revela en cuanto a la forma en que debemos vivir como cristianos? ¿Cómo encaja Romanos 12:2 con esto?
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En Romanos 12:1, Pablo alude a los sacri cios del Antiguo Testamento. Así como en la antigüedad se sacri caban animales a Dios, ahora los cristianos deben entregar su cuerpo a Dios, no para morir, sino como sacri cio vivo dedicado a su servicio.
En tiempos del antiguo Israel, se examinaban con mucho cuidado todas las ofrendas presentadas como sacri cio. Si se descubría algún defecto en el animal, era rechazado, porque Dios había ordenado que la ofrenda fuera sin mancha. Por lo tanto, se insta a los cristianos a presentar su cuerpo “en sacri cio vivo, santo, agradable a Dios”. Para lograr esto, todas sus facultades deben conservarse en la mejor condición posible. Aun cuando ninguno de nosotros esté sin mancha, lo importante es que debemos tratar de vivir de un modo tan intachable y el como podamos.

“Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Rom. 12:2). De esta manera, el apóstol describe el progreso (cristiano); porque se dirige a los que ya son cristianos. La vida cristiana no signi ca quedarse quieto, sino pasar de lo que es bueno a lo que es mejor”.–M. Lutero, Commentary on Romans, pp. 167, 168. ¿Qué quiere decir “pasar de lo que es bueno a lo que es mejor” en la vida cristiana?

PENSAR CON CORDURA

Hemos hablado mucho este trimestre sobre la perpetuidad de la Ley Moral de Dios y hemos subrayado vez tras vez que el mensaje de Pablo en el libro de Romanos no enseña que la fe de alguna manera suprime los Diez Mandamientos.
Sin embargo, es fácil quedar tan atrapados en la letra de la Ley que olvidamos el espíritu que hay detrás de ella. Y ese espíritu es el amor: el amor a Dios y amor hacia los demás. Si bien cualquiera puede profesar amor, evidenciar ese amor en la vida cotidiana puede ser un asunto completamente diferente.

Lee Romanos 12:3 al 21. ¿De qué modo debemos manifestar amor por los demás?
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Al igual que en 1 Corintios 12 y 13, Pablo exalta el amor después de dedicarse a los dones del Espíritu. El amor (en griego, ágape) es el camino más excelente. “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Por lo tanto, el amor describe el carácter de Dios. Amar es actuar con los demás como Dios actúa, y tratarlos como Dios los trata.
Pablo aquí señala que ese amor debe expresarse de una manera práctica. Surge un principio importante, y es la humildad personal: la disposición a “no ten[er] más alto concepto de sí que el que debe tener” (Rom. 12:3), una disposición a darse “preferencia y respet[arse] mutuamente” (Rom. 12:10, DHH) y la voluntad de no creerse “los únicos que saben” (Rom. 12:16, NVI). Las palabras de Cristo acerca de sí mismo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mat. 11:29), captan la esencia de esto.
De todas las personas, los cristianos deberían ser los más humildes. A n de cuentas, fíjate cuán impotentes somos. Fíjate en cómo hemos caído. Mira cuánto dependemos no solo de una justicia externa a nosotros para la salvación, sino también de un poder que obre en nosotros para cambiarnos de una manera que nunca podríamos lograr por nuestra cuenta. ¿De qué podemos presumir? ¿De qué podemos jactarnos? ¿De qué podemos sentirnos orgullosos? Absolutamente de nada. Si partimos de esta humildad personal, no solo delante de Dios sino también ante los demás, debemos vivir como Pablo nos amonesta a hacerlo en estos versículos.

Lee Romanos 12:18. ¿Cuán bien estás aplicando esta advertencia a tu propia vida hoy? ¿Necesitas realizar algún cambio de actitud para hacer lo que dice la Palabra aquí?

EL CRISTIANO Y EL ESTADO

Lee Romanos 13:1 al 7. ¿Qué principios básicos podemos aprender, de este pasaje, sobre las formas en que debemos relacionarnos con el poder civil del Gobierno?

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Lo que vuelve tan interesantes las palabras de Pablo es que escribió durante una época en la que un imperio pagano gobernaba el mundo, que podía ser increíblemente brutal, que era corrupto desde la base, que no sabía nada sobre el verdadero Dios y que en pocos años iniciaría una persecución masiva contra quienes querían adorar a ese Dios. ¡De hecho, Pablo fue asesinado por ese Go- bierno! Sin embargo, a pesar de todo esto, Pablo promovía que los cristianos fueran buenos ciudadanos, incluso bajo un Gobierno como ese.
Sí. Y eso es porque la idea misma de gobierno se encuentra en toda la Biblia. El concepto, el principio de gobierno, fue ordenado por Dios. Los seres humanos necesitan vivir en una comunidad con reglamentos, estatutos y normas. La anar- quía no es un concepto bíblico.
Con todo, no signi ca que Dios apruebe todas las formas de gobierno o la manera en que se administran todos los Gobiernos. Al contrario. No tenemos que ir demasiado lejos, ya sea en la historia o en el mundo actual, para ver algunos regímenes brutales. Sin embargo, incluso en situaciones como estas, en la medida de lo posible los cristianos deberían obedecer las leyes del país. Los cristianos deben prestar leal apoyo al Gobierno mientras sus demandas no entren en con- icto con las demandas de Dios. Deberíamos considerar con mucho cuidado y oración (y en consulta con otros) antes de emprender un rumbo que nos enfrente con las autoridades existentes. Sabemos, por las profecías, que un día todos los seguidores eles de Dios se enfrentarán con los poderes políticos que controlan el mundo (Apoc. 13). Hasta entonces, debemos hacer todo lo posible, ante Dios, para ser buenos ciudadanos en cualquier país en el que vivamos.
“Hemos de reconocer los Gobiernos humanos como instituciones ordenadas por Dios mismo, y enseñar la obediencia a ellos como un deber sagrado, dentro de su legítima esfera. Pero, cuando sus demandas estén en pugna con las de Dios, hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres. La palabra de Dios debe ser reconocida sobre toda otra legislación humana [...].
“No se nos pide que desa emos a las autoridades. Nuestras palabras, sean habladas o escritas, deben ser consideradas cuidadosamente, no sea que por nuestras declaraciones parezcamos estar en contra de la ley y del orden, y dejemos constancia de ello. No debemos decir ni hacer ninguna cosa que pudiera cerrarnos innecesariamente el camino” (HAp 56).

AMARSE UNOS A OTROS

“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley” (Rom. 13:8). ¿Cómo debemos entender este versículo? ¿Quiere decir que, si amamos, entonces no tenemos ninguna obligación de obedecer la Ley de Dios?
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Al igual que Jesús en el Sermón del Monte, Pablo aquí amplía los preceptos de la Ley, mostrando que el amor debe ser el poder motivador detrás de todo lo que hacemos. Como la Ley es una transcripción del carácter de Dios, y Dios es amor, por ende amar es cumplir la Ley. Pero Pablo no está sustituyendo una vaga norma de amor por los preceptos claramente detallados de la Ley, como a rman algunos cristianos. La Ley Moral sigue vigente, porque es la que señala el pecado, y ¿quién va a negar la realidad del pecado? Sin embargo, la Ley en realidad solo se puede guardar en el contexto del amor. Recuerda, algunos de los que llevaron a Cristo a la Cruz ¡luego corrieron a su hogar para guardar la Ley (del sábado)!

¿Qué mandamientos citó Pablo como ejemplos que ilustran el principio del amor en la observancia de la Ley? ¿Por qué estos en particular? Rom. 13:9, 10.
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Curiosamente, el factor del amor no era un principio recientemente instaurado. Pablo cita Levítico 19:18: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, para mostrar que el principio era parte integral del sistema del Antiguo Testamento. Una vez más, Pablo apela al Antiguo Testamento para respaldar su predicación evangélica. Algunos esgrimen, a partir de estos versículos, que Pablo enseña que solo están vigentes los pocos mandamientos mencionados aquí. Si fuese así, entonces, ¿signi- ca que los cristianos pueden deshonrar a sus padres, adorar ídolos y tener otros dioses delante del Señor? Por supuesto que no.
Presta atención al contexto. Pablo está hablando de cómo nos relacionamos con los demás. Aborda las relaciones personales, razón por la que especi ca los manda- mientos que se centran en estas relaciones. Su argumento, desde luego, no debería interpretarse como la anulación del resto de la Ley. (Ver Hech. 15:20; 1 Tes. 1:9; 1 Juan 5:21.) Además, como lo señalan los escritores del Nuevo Testamento, al mostrar amor a los demás, mostramos nuestro amor por Dios (Mat. 25:40; 1 Juan 4:20, 21).

Re exiona en tu relación con Dios y cómo esta se re eja en tu relación con los demás. ¿Cuán grande es el factor amor en esas relaciones? ¿De qué modo puedes aprender a amar a los demás como Dios nos ama a nosotros? ¿Qué se interpone en tu camino?

AHORA ES NUESTRA SALVACIÓN

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Rom. 13:11).
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Como hemos dicho durante todo el trimestre, Pablo tenía una prioridad muy especí ca en esta carta a los romanos, y era aclararle a la iglesia de Roma, espe- cialmente a los creyentes judíos de allí, el papel de la fe y las obras en el contexto del Nuevo Pacto. El tópico era la salvación, y cómo es que se considera justo y santo al pecador ante el Señor. Para ayudar a aquellos que ponían todo el énfasis en la Ley, Pablo colocó la Ley en su papel y contexto adecuados. Aunque en teoría el judaísmo, incluso en tiempos del Antiguo Testamento, era una religión de gracia, surgió el legalismo y causó mucho daño. ¡Cuánto cuidado debemos tener como iglesia para no cometer el mismo error!

Lee Romanos 13:11 al 14. ¿De qué acontecimiento está hablando Pablo, y cómo deberíamos anticiparnos a él?

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Qué fascinante es que Pablo les diga a los creyentes que despierten y que se controlen porque Jesús vuelve. No importa que esto haya sido escrito hace casi dos mil años. Debemos vivir siempre previendo la proximidad de la venida de Cristo. En cuanto a todos nosotros, en lo concerniente a nuestras experiencias personales, la Segunda Venida es tan cercana como la posibilidad de nuestra propia muerte. Ya sea que la próxima semana o en cuarenta años la muerte cierre nuestros ojos, y ya sea que durmamos solo cuatro días o por cuatrocientos años, para nosotros no hay ninguna diferencia. Lo próximo de lo que seremos conscientes es la segunda venida de Jesús. Como potencialmente la muerte siempre está a la vuelta de la esquina para cualquiera, el tiempo es realmente corto, y nuestra salvación está más cerca de lo que creíamos en un principio.
Aunque Pablo no toca mucho el tema de la Segunda Venida en el libro de Romanos, en las cartas a los Tesalonicenses y a los Corintios lo abarca con mucho más detalle. Al n y al cabo, es un tema fundamental en la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento. Sin la esperanza que ofrece, en realidad nuestra fe no tendría sentido. En de nitiva, ¿qué signi ca la “justi cación por la fe” sin la Segunda Venida, para materializar completamente esa maravillosa verdad?

Si supieras con certeza que Jesús vendrá el próximo mes, ¿qué cambiarías en tu vida y por qué? Si crees que necesitas cambiar estas cosas un mes antes de que venga Jesús, ¿por qué no deberías cambiarlas ahora? ¿Cuál es la diferencia?

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “En la Biblia se revela la voluntad de Dios. Las verdades de la Palabra de Dios son la expresión del Altísimo. El que convierte esas verdades en parte de su vida llega a ser en todo sentido una nueva criatura. No recibe nuevas facultades mentales; en cambio, desaparecen las tinieblas que debido a la ignorancia y el pecado entenebrecían su entendimiento. ‘Te daré un corazón nuevo’ quiere decir: ‘Te daré una mente nueva’. Al cambio del corazón lo acompaña siempre una clara convicción del deber cristiano, y la comprensión de la verdad. El que con oración da atención estricta a las Escrituras tendrá conceptos claros y juicios sanos, como si al volverse hacia Dios hubiera alcanzado un plano superior de inteligencia” (MCP 2:93).
“El Señor va a venir pronto, y debemos estar preparados para recibirlo en paz. Resolvamos hacer todo lo que está en nuestro poder para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar tristes, sino alegres, y recordar siempre al Señor Jesús. Él va a venir pronto, y debemos estar listos y aguardar su aparición. ¡Oh, cuán glorioso será verlo y recibir la bienvenida como sus redimidos! Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra esperanza no debe debilitarse. Si tan solo podamos ver al Rey en su hermosura, seremos bienaventurados para siempre. Me siento inducida a clamar con gran voz: ‘¡Vamos rumbo a la patria!’ Nos estamos acercando al tiempo cuando Cristo vendrá con poder y grande gloria para llevar a sus redimidos a su hogar eterno” (TI 8:264).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Repasen en la clase la pregunta al nal del estudio del jueves. ¿Cuáles fueron las respuestas que dieron y cómo las justi caron?
2. El tema de cómo ser buenos ciudadanos y buenos cristianos puede ser muy complicado a veces. Si alguien acudiera a ti en busca de consejo para defender lo que cree que es la voluntad de Dios, aunque esto le generara con ictos con el Gobierno, ¿qué dirías? ¿Qué consejo le darías? ¿Qué principios deberías seguir? ¿Por qué es algo que deberíamos manejar con toda seriedad y oración? (Después de todo, no todos los que son arrojados al foso de los leones salen ilesos.)
3. ¿Qué crees que es más difícil de lograr: cumplir estrictamente la letra de la Ley o amar a Dios y amar a los demás incondicionalmente? ¿O podrías argumentar que esta pregunta presenta una falsa dicotomía? Si es así, ¿por qué?
4. Al acercarnos al nal de este trimestre, conversen en clase de lo que han aprendido del libro de Romanos que nos ayuda a entender por qué la Reforma fue tan importante. ¿Qué nos enseñó Romanos sobre lo que creemos y por qué?

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