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GLORIARSE EN LA CRUZ | Lección 14: Para el 30 de septiembre de 2017

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 6:11–18; Romanos 6:1–6; 12:1–8; 2 Corintios 4:10; 5:17; 11:23–29. PARA MEMORIZAR: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí y yo al mundo” (Gál. 6:14). Este estudio sobre Gálatas ha sido intenso. Eso es [...]


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LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 6:11–18; Romanos 6:1–6; 12:1–8; 2 Corintios 4:10; 5:17; 11:23–29.

PARA MEMORIZAR: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí y yo al mundo” (Gál. 6:14).

Este estudio sobre Gálatas ha sido intenso. Eso es porque la carta misma es intensa. Al reconocer su llamado, al conocer la veracidad de lo que predicaba (después de todo, como lo dijo varias veces, esa verdad provenía del Señor), Pablo escribió con la pasión inspirada de los profetas del Antiguo Testamento, como la de Isaías, Jeremías y Oseas. Así como ellos amonestaron con súplicas al pueblo de Dios en su época a que se apartaran del error, Pablo aquí está haciendo lo mismo con los de su época.

No importa cuán distintas hayan sido las circunstancias inmediatas, al fin de cuentas las palabras de Jeremías podrían aplicarse de igual modo a los gálatas como a las personas de la época de Jeremías: “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Jer. 9:23, 24).

En ningún otro lugar aparece nuestra “gloriosa” sabiduría humana, nuestras riquezas y nuestro poder con tanta claridad en toda su futilidad y vanidad que ante la cruz de Cristo; ese es el enfoque de la carta de Pablo al rebaño errante de Galacia.

LA PROPIA MANO DE PABLO

 

Compara las declaraciones finales de Pablo en Gálatas 6:11 al 18 con lo que escribe al final de sus otras cartas. ¿En qué aspectos el final de Gálatas es similar y en cuáles difiere de las demás cartas? (Ver las conclusiones de Romanos, 1 y 2 Corintios, Efesios, Filipenses, Colosenses, y 1 y 2 Tesalonicenses.)

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Las declaraciones finales de Pablo no siempre son uniformes, pero aparecen varios elementos comunes en todas ellas: (1) saludos a personas específicas; (2) una exhortación final; (3) una firma personal; y (4) una bendición final. Al comparar estas características típicas con las palabras finales de Pablo en Gálatas, aparecen dos diferencias importantes.

Primero, en contraste con muchas de las cartas de Pablo, Gálatas no contiene saludos personales. ¿Por qué? Al igual que la ausencia de la acción de gracias tradicional al inicio de la carta, probablemente en este caso también se trate de otra indicación de la relación tensa entre Pablo y los gálatas. Pablo es cortés pero formal.

Segundo, debemos recordar que Pablo tenía por costumbre dictarle sus cartas a un escriba (Rom. 16:22). Después de terminar, Pablo mismo a menudo tomaba la pluma y escribía unas pocas palabras con su propio puño y letra al final de la carta (1 Cor. 16:21). Sin embargo, en Gálatas Pablo se desvía de esta práctica habitual. Cuando toma la pluma de manos del escriba, Pablo aún está tan preocupado por las circunstancias de Galacia que termina escribiendo más al respecto. No puede soltar la pluma hasta que les ruega a los gálatas una vez más que se aparten de sus malos caminos.

En Gálatas 6:11, Pablo enfatiza que escribió la carta con letra grandes. Realmente no sabemos por qué. Algunos han especulado que Pablo no se refería al tamaño de las letras sino a su deformidad. Sugieren que quizá las manos de Pablo estaban tan arruinadas por la persecución o por la fabricación de tiendas que no podía trazar las letras con precisión. Otros creen que sus comentarios proveen mayor evidencia de su problema en la vista. Aunque ambas teorías son probables, parece menos especulativo concluir que Pablo simplemente estaba escribiendo intencionalmente con letras grandes para subrayar y enfatizar sus argumentos, algo similar a la manera en que nosotros podríamos enfatizar una palabra o concepto importante subrayándolo, poniéndolo en cursiva, o en MAYÚSCULAS.

Sea cual fuere la razón, Pablo evidentemente deseaba que sus lectores se tomaran en serio su advertencia y sus amonestaciones. 

GLORIARSE EN LA CARNE

 

Lee Gálatas 6:12 y 13. ¿Qué está diciendo Pablo en estos versículos?

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Aunque Pablo ha dejado entrever anteriormente la agenda oculta y las motivaciones de sus oponentes (ver Gál. 1:7; 4:17), sus declaraciones de Gálatas 6:12 y 13 son los primeros comentarios explícitos que hace acerca de sus oponentes. Los describe como quienes desean “agradar en la carne”. La palabra “agradar” en griego literalmente significa poner “una buena cara”. De hecho, la palabra para “cara” es la misma en griego que la de la máscara de un actor, y esta palabra inclusive se usaba figuradamente para referirse al papel que desempeñaba un actor. En otras palabras, Pablo está diciendo que estas personas eran como actores que buscaban la aprobación del público. En una cultura basada en el honor y la vergüenza, la conformidad es básica, y aquellos que enseñaban los errores parecen haber estado buscando mejorar su rating de honor ante sus compatriotas judíos de Galacia y de otros judíos cristianos de Jerusalén.

Pablo hace una declaración importante sobre una de las motivaciones de ellos: el deseo de evitar la persecución. Aunque la persecución ciertamente puede interpretarse en su forma más dramática con una connotación de abuso físico, puede ser igual de dañina en sus formas más “leves” de acoso y exclusión. Pablo y otros zelotes fanáticos de Judea alguna vez habían llevado a cabo el primer tipo de persecución (Gál. 1:13), pero este último tipo también tenía efecto sobre los cristianos.

Los líderes religiosos judíos todavía ejercían una influencia política importante en muchas regiones. Tenían la autorización oficial de Roma; por ende, muchos creyentes judíos estaban ansiosos por mantener buenas relaciones con ellos. Al circuncidar a los gentiles y enseñarles que observaran la Torá, los detractores de Galacia podían lograr un punto en común con los judíos locales. Esto no solamente les permitiría mantener un contacto amistoso con las sinagogas, sino que también podían fortalecer sus propios lazos con los creyentes judíos de Jerusalén, que tenían sospechas cada vez mayores acerca de la obra que se llevaba a cabo entre los gentiles (Hech. 21:20, 21). Sin duda, además, en cierto sentido sus acciones podrían haber facilitado la efectividad de su testimonio a los judíos.

Sea cual fuere la situación que Pablo tenía en mente, queda claro lo que quiere decir: “Los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Tim. 3:12).

 

Piensa seriamente en el motivo que estas personas tenían para enseñar sus errores. Parece bastante razonable, considerando el contexto. ¿Qué debería decirnos esto acerca de cómo incluso los “mejores” motivos pueden extraviarnos si no somos cuidadosos? ¿Cuándo fue la última vez que terminaste haciendo cosas equivocadas por los motivos correctos? 

GLORIARSE EN LA CRUZ

 

“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” (Gál. 6:14).

 

Luego de exponer los motivos que impulsaban a algunos a insistir con la circuncisión, Pablo presenta su mensaje del evangelio a los gálatas por última vez, aunque solamente de manera resumida. Para Pablo, el evangelio se basaba en dos principios fundamentales: (1) la centralidad de la cruz (vers. 14) y (2) la doctrina de la justificación (vers. 15). En el estudio de hoy nos enfocaremos en el primer principio.

Es difícil para nosotros, que vivimos en el siglo XXI, entender la sorpresa que provocaron originalmente los comentarios de Pablo sobre la cruz (Gál. 6:14). Hoy, la cruz de Cristo es un símbolo común y atesorado que evoca sentimientos positivos para la mayoría de las personas. Sin embargo, en la época de Pablo la cruz no era algo en que gloriarse sino un objeto de desprecio. Para los judíos, la idea de un Mesías crucificado era ofensiva, y a los romanos la crucifixión les resultaba tan repugnante que ni siquiera se mencionaba como una forma de castigo adecuada para un ciudadano romano.

El desprecio con el que el mundo antiguo veía la cruz de Cristo puede verse claramente en el dibujo más antiguo de la crucifixión que se conoce. Proveniente de principios del siglo II, una porción de grafiti antiguo presenta la crucifixión de un hombre con la cabeza de un asno. Debajo de la cruz, y junto al dibujo de un hombre con las manos alzadas en adoración, hay una inscripción que dice: “Alejandro adora a su dios”. El significado es claro: la cruz de Cristo era considerada ridícula. Es en este contexto que Pablo audazmente declara que no puede gloriarse en otra cosa sino en la cruz de Cristo.

 

¿Qué diferencia marcó la cruz de Cristo en la relación de Pablo con el mundo? Gálatas 6:14; Romanos 6:1 al 6; 12:1 al 8; Filipenses 3:8.

 

La cruz de Cristo cambia todo para el creyente. Nos desafía no solamente a reevaluar cómo nos vemos a nosotros mismos sino también cómo nos relacionamos con el mundo. El mundo (este siglo presente impío y todo lo que conlleva [1 Juan 2:16]) se opone a Dios. Debido a que hemos muerto con Cristo, el mundo ya no tiene el poder esclavizador que alguna vez tuvo sobre nosotros, y la vida antigua que una vez vivíamos para el mundo ya no existe. Siguiendo la analogía de Pablo, el quiebre entre el creyente y el mundo debería ser como si ambos hubieran muerto el uno para el otro.

 

¿Qué hizo la cruz para afectar tu relación con el mundo? ¿Qué diferencia marcó en tu vida? ¿Cuán distinto vives ahora de lo que vivías antes de entregarte al Señor, quien murió por ti? 

UNA NUEVA CREACIÓN

 

Luego de enfatizar la centralidad de la cruz de Cristo en la vida cristiana, Pablo ahora recalca el segundo principio fundamental de su mensaje del evangelio: la justificación por la fe.

Como hemos visto todo este trimestre, Pablo básicamente ha enfrentado la circuncisión contra el evangelio. Sin embargo, no está en contra de la práctica misma de la circuncisión. Pablo ha hecho varias declaraciones fuertes contra la circuncisión (ver Gál. 5:2-4), pero no desea que los gálatas concluyan que no estar circuncidado agrada más a Dios que estar circuncidado. Eso no es lo que quiere decir, porque uno puede ser tan legalista con lo que hace como con lo que no hace. Hablando en términos espirituales, el tema de la circuncisión en sí era irrelevante. La verdadera religión no se basa en el comportamiento externo sino en la condición del corazón humano. Jesús mismo dijo que una persona puede verse maravillosamente por fuera pero estar espiritualmente podrida por dentro (Mat. 23:27).

 

¿Qué significa ser una nueva creación? Gálatas 6:15; 2 Corintios 5:17. ¿Cómo has experimentado personalmente lo que esto significa?

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Ktisis es la palabra griega que se traduce como “creación”. Puede referirse a una “criatura” individual (Heb. 4:13) o a toda la “creación” (Rom. 8:22). En ambos casos, la palabra implica la acción de un Creador. Ese es el sentido de Pablo. Llegar a ser una “nueva criatura” no es algo que pueda lograrse mediante algún esfuerzo humano, ya sea la circuncisión o cualquier otra cosa. Jesús se refiere a este proceso como el “nuevo nacimiento” (Juan 3:5-8). Es el acto divino en el que Dios toma a la persona que está muerta espiritualmente e infunde vida espiritual en ella. Esta es otra metáfora más para describir el acto salvífico que Pablo describe generalmente como la justificación por la fe.

Pablo se refiere a esta experiencia de la nueva creación con más detalles en 2 Corintios 5:17. En este versículo, Pablo explica que llegar a ser una nueva creación significa mucho más que solamente un cambio en nuestro estatus en los libros del cielo; produce un cambio en nuestras vidas hoy. Como lo señala Timothy George, “involucra el proceso completo de la conversión: la obra regeneradora del Espíritu Santo que lleva al arrepentimiento y a la fe, el proceso diario de mortificación y vivificación, y el crecimiento continuo en la santidad que lleva finalmente a la conformidad con la imagen de Cristo”.—Galatians, p. 438.

                Sin embargo, llegar a ser una nueva criatura no es lo que nos justifica. Este cambio radical, más bien, es la manifestación inequívoca de lo que significa ser justificado. 

DECLARACIONES FINALES

 

Pablo confiere su bendición sobre aquellos que, según dice él, “anden conforme a esta regla” (Gál. 6:16). Considerando el contexto, ¿de qué “regla” piensas que está hablando Pablo?

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La palabra traducida como “regla” se refiere literalmente a un palo recto o barra utilizada por los masones o carpinteros para medir. Con el tiempo, esa palabra cobró un significado figurativo relacionado con las reglas o los estándares por los que una persona evalúa algo. Por ejemplo, cuando se habla del canon del Nuevo Testamento, se hace referencia a los 27 libros del Nuevo Testamento, que son considerados autoritativos para determinar tanto las creencias como las prácticas de la iglesia. Por lo tanto, si una enseñanza no “alcanza la medida” de lo que se halla en estos libros, no es aceptada.

 

¿Cuáles son las “marcas del Señor Jesús” que Pablo llevaba en su cuerpo? ¿Qué quiere decir cuando dijo que nadie debe “molestarlo” por ellas? ¿Podría Gálatas 6:14 ayudarnos a responder esta pregunta? Gálatas 6:17; 2 Corintios 4:10; 11:23 al 29.

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La palabra marca proviene de la palabra griega stigmata, de la que también deriva nuestra palabra estigma en español. Pablo puede estar refiriéndose a la práctica común de marcar a los esclavos con la insignia de su amo como forma de identificación, o a la práctica de algunas religiones místicas donde un practicante se marcaba a sí mismo como señal de devoción. De todos modos, “con ‘las marcas del Señor Jesús’ Pablo sin duda se refiere a las cicatrices dejadas en su cuerpo por la persecución y los sufrimientos (ver 2 Cor. 4:10; 11:24-27). Sus opositores insistían en obligar a los conversos gentiles del apóstol a que aceptaran la marca de la circuncisión como una demostración de sumisión al judaísmo. Pero Pablo tenía marcas que indicaban de quién se había hecho esclavo, y para él no había otra lealtad sino la que le rendía a Cristo […]. Las cicatrices de Pablo hechas por sus enemigos mientras servía a su Maestro, hablan con suma elocuencia de su consagración a Cristo” (CBA 6:988).

 

¿Cuáles son las “marcas”, ya sea físicas o de otro tipo, que tienes por causa de tu fe en Jesús? En otras palabras, ¿cuánto te ha costado tu fe? 

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “La cruz del Calvario desafía, y finalmente vencerá a todo poder terrenal e infernal. En la cruz se centra toda influencia, y de ella fluye toda influencia. Es el gran centro de atracción, pues en ella Cristo entregó su vida por la raza humana. Este sacrificio se ofreció con el propósito de restaurar al hombre a su perfección original. Sí, aún más: fue ofrecido para transformar enteramente el carácter del hombre haciéndolo más que vencedor.

“Los que vencen al gran enemigo de Dios y del hombre con la fortaleza de Cristo, ocuparán una posición en los atrios celestiales por sobre los ángeles que nunca han caído.

“Cristo declara: ‘Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo’. Si la cruz no encuentra una influencia a favor de ella, la crea. La verdad para este tiempo se revela, generación tras generación, como verdad presente. Cristo en la cruz fue el medio por el cual ‘la verdad y la misericordia se encontraron; [y] la justicia y la paz se besaron’. Este es el medio que ha de conmover al mundo (MS 56, 1899)”.—“Comentarios de Elena G. de White”, Comentario bíblico adventista, t. 6, p. 1113.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

¿Qué importancia encuentras en el hecho de que Pablo comience y termine su carta haciendo referencia a la gracia de Dios? Compara Gálatas 1:3 con 6:18.

A la luz de la declaración de Pablo: “el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” (Gál. 6:14), ¿qué relación deberían tener los cristianos con el mundo hoy? ¿Cómo deberían relacionarse los cristianos con las cuestiones relacionadas con el medioambiente, el racismo, el aborto, etc., si han muerte al mundo?

¿Cómo puede saber una persona si ha experimentado la “nueva creación” de la que habla Pablo?

Sobre la base de lo que has aprendido este trimestre, ¿cómo resumirías los argumentos de Pablo sobre los siguientes temas: la ley, las obras de la ley, la justificación por la fe, el pacto antiguo y el nuevo, la obra de Cristo, y la naturaleza de la vida cristiana?

Resumen: La verdadera religión no consiste en comportamiento externo solamente, sino en la condición del corazón. Cuando el corazón se entrega a Dios, la vida de la persona reflejará cada vez más el carácter de Cristo a medida que crece en la fe. El corazón debe ser subyugado por Cristo; cuando ocurra eso, todo lo demás vendrá por añadidura.

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