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Suicidio

Infelizmente, el índice de muertes voluntarias ha aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando, inclusive, a la comunidad adventista del séptimo día. El fenómeno es sensible, complejo, y demanda atención al ser abordado en materiales producidos por la iglesia. La Biblia afirma que la vida es un regalo de Dios (Gén. 1:30; 2:7; Sal. 36:9; […]


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Imagen: Shutterstock

Infelizmente, el índice de muertes voluntarias ha aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando, inclusive, a la comunidad adventista del séptimo día. El fenómeno es sensible, complejo, y demanda atención al ser abordado en materiales producidos por la iglesia.

La Biblia afirma que la vida es un regalo de Dios (Gén. 1:30; 2:7; Sal. 36:9; Hech. 17:25, 28), quien creó al ser humano a su imagen y semejanza, a fin de que experimentara la plenitud de la existencia (Gén. 1:27; 1 Ped. 1:18, 19; 1 Juan 2:2; 3:2). Aunque el pecado haya entrado en el mundo, y con él, la muerte, (Gén. 3; Rom. 5:12), el Señor espera que sus hijos conserven y promuevan la vida, considerando el cuerpo como templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19, 20) y sacrificio vivo (Rom. 12:1-3), en honor a su nombre. Por eso, él defiende la preservación de la vida y condena su destrucción (Gén. 9:5, 6; Éxo. 20:13; Deut. 24:16, 17; Miq. 6:7; Apoc. 21:8; 22:13-15).

Elena de White, considerando la amplia dimensión de la vida humana presentada en las Escrituras, entendía que el suicidio no se limitaba al acto, sino que también incluía conductas que conspiran contra el bienestar integral de la persona. Así, ella afirmaba que prácticas nocivas a la salud como onanismo (CN, p. 425), sobrecarga de trabajo (1TI, p. 455), manera equivocada de hablar (4TI, p. 397), glotonería (2MS, p. 480) y alimentación impropia (2TI, p. 63) serían consideradas, en el día del juicio, como suicidio (HHD, p. 63). Al abordar el acto en sí, la autora evaluaba que “una complacencia descuidada del yo”, hace que muchos estén “tan disgustados de la vida que terminan con su existencia” (MCP, t.2, p. 755).

Sin embargo, si la persona está planeando el suicidio “Si usted va al Señor tal como es, sin esperanza y contaminado por el pecado, y se lanza al pie de la cruz […] encontrará un Salvador que puede extenderle la mano y levantarlo” (TCS, p. 164).

Al reflexionar sobre la complejidad del tema, Ángel Rodríguez (2004) destacó dos puntos fundamentales: (1) “La psicología y la psiquiatría han revelado que con mucha frecuencia el suicidio es el resultado de una profunda rebelión emocional o bioquímica desestabilizada asociada a un estado de depresión profunda y miedo. No debemos juzgar a una persona que bajo estas circunstancias optan por el suicidio”. (2) “La justicia de Dios considera la intensidad de nuestras mentes perturbadas. Él nos comprende mejor de lo que cualquier otra persona”.  Por lo tanto, frente a los factores físicos, psicológicos, sociales y espirituales que pueden contribuir para que alguien tome la decisión de quitarse la vida, se debe tener mucho cuidado al producir materiales sobre el asunto.

Paula Fontenelle (2008) propone algunas preguntas de evaluación para decidir si la muerte voluntaria debe ser publicada o no: “(1) ¿Por qué divulgar el hecho? ¿Es relevante? (2) ¿Qué tipo de impacto puede tener el reportaje? (3) ¿Qué espacio debe ocupar? (4) ¿Qué trato merece?” (p. 226).

Orientaciones específicas sobre cómo los medios de comunicación deben tratar esa cuestión los encontramos en documentos como Prevención del Suicidio: Un manual para profesionales de los medios, publicado en 2000 por la Organización Mundial de la Salud. En suma, en la sección “qué hacer”, la OMS recomienda: “(1) Trabajar en conjunto con autoridades de salud en la presentación de los hechos. (2) Referirse al suicidio como suicidio ‘consumado’, no como suicidio ‘que tuvo éxito’. (3) Presentar solo datos relevantes, en páginas internas de medios impresos. (4) Destacar las alternativas al suicidio. (5) Proveer informaciones sobre números telefónicos y direcciones de grupos de apoyo y servicios donde se pueda obtener ayuda. (6) Mostrar indicadores de riesgo y señales de alerta sobre comportamiento suicida”.

A su vez, en la sección “que no hacer”, el documento aconseja: “(1) No publicar fotografías del fallecido o cartas suicidas. (2) No informar detalles específicos del método utilizado; (3) No proveer explicaciones simplistas. (4) No exaltar el suicidio o hacer sensacionalismo sobre el caso. (5) No usar estereotipos religiosos o culturales. (6) No atribuir culpas”.

 

Principios editoriales

  1. Nuestros materiales deben promover el concepto bíblico de que la vida es un don divino, que el Señor la promueve y desea proporcionarla de modo pleno y que destruirla no es una actitud que él aprueba.
  2. Al producir materiales preventivos relacionados al suicidio, se debe tratar el asunto con el máximo de cautela posible. Así, no habrá espacio para explicaciones simplistas, estigmatizadas, destituidas de una discusión científica o que de alguna manera enaltezca el acto, o a quien decidió quistarse la vida o atentar contra ella.
  3. Por otro lado, se deben destacar recursos de apoyo para quien lucha contra ese pensamiento, informaciones relevantes para la discusión del tema y señales que intenten ayudar a las personas a identificar esa intención.
  4. La divulgación de algún suicidio en nuestros medios de comunicación debe, en primer lugar, ser discutida con el superior inmediato responsable y, en consulta con él, en el caso que se tenga la intención de publicar el hecho, pasar por los siguientes criterios: relevancia, impacto, extensión y abordajes.

 

Bibliografía

Fontenelle, P. (2008). Suicídio: O futuro interrompido. São Paulo, SP: Geração Editorial.

 

Organización Mundial de la Salud. (2000). Prevención del Suicidio: Un manual para profisionales de los medios. Disponible en: <https://tinyurl.com/y463bs9k>.

 

Rodríguez, A. (2004). La Biblia y el suicidio. Disponible en:  <https://tinyurl.com/y6ogqzj4>.

 

White, E. de. Hijos e hijas de Dios. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (1955).

 

White, E. de. Mensajes selectos (t. 2). California, EE.UU. Publicaciones Interamericanas, P.P.P.A. (1967).

 

White, E. de. Mente, carácter y personalidad (t. 2). Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (1990).

 

White, E. de. Conducción del niño. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana. (2000).

 

White, E. de. Testimonios para la iglesia (t. 1). Asociación Publicadora Interamericana. (2008).

 

White, E. de. Testimonios para la iglesia (t. 2). Asociación Publicadora Interamericana. (2008).

 

White, E. de. Testimonios para la iglesia (t. 4). Asociación Publicadora Interamericana. (2008).

 

White, E. de. Testimonios sobre conducta sexual, adulterio y divorcio. Florida, Bs.As. Asociación Casa Editora Sudamericana.  (https://egwwritings.org)

 

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